Caballos de Picar

Desde 1925, nuestra cuadra de picar ha sido el alma silenciosa de la Real Maestranza de Sevilla, llevando sobre sus lomos el peso de la tradición, la responsabilidad de la historia y el orgullo de una estirpe dedicada al arte de la tauromaquia. 100 años de entrega, de selección, de perfección en la lidia. Un siglo templando la bravura, afrontando embestidas y honrando un legado que trasciende el tiempo.

Somos más que una cuadra de caballos de picar. Somos el símbolo vivo de la suerte de varas, la esencia del tercio de picar, el pilar sobre el que se sostiene la lidia. Cada caballo que sale a la arena lleva consigo el espíritu de generaciones de picadores, ganaderos y apasionados de la Fiesta.

Nuestra historia es la historia de la tauromaquia, de la Real Maestranza, de la evolución de un arte que ha sido preservado, respetado y perfeccionado a lo largo de los años. La excelencia de nuestra cuadra de caballos  ha sido reconocida en las plazas más importantes de España, pero es en Sevilla donde nuestro corazón late más fuerte, donde la tradición se convierte en leyenda.

Este centenario no es solo una celebración: es una declaración de compromiso con el futuro, con la selección y el adiestramiento de caballos que sigan escribiendo páginas de oro en la historia del toreo. Desde el campo hasta el albero, nuestra cuadra sigue siendo el motor de la Fiesta, la respuesta firme ante la embestida del tiempo.